La resonancia magnética (RM) es un estudio médico poderoso con campo magnético con pulsos de radiofrecuencia, y una computadora para producir imágenes detalladas de las estructuras internas del cuerpo. Este examen no es invasivo y se utiliza para diagnosticar ciertas condiciones médicas.
Las imágenes detalladas por la RM permite que los médicos examinen el cuerpo y detecten enfermedades, como: trastornos cerebrales, epilepsia, Alzheimer, tumores cerebrales y abscesos cerebrales.
Hoy en día, el estudio de Resonancia ha evolucionado a la Resonancia con Inteligencia Artificial, esta nueva metodología de estudio está integrada por algoritmos avanzados para optimizar la adquisición de imágenes, el procesamiento de datos y la interpretación de resultados, todo esto, por medio de la inteligencia artificial. El objetivo de este estudio al integrar Inteligencia artificial es ofrecer estudios más rápidos, precisos e imágenes de mejor calidad.
La inteligencia artificial optimiza el tiempo de escaneo mediante técnicas de reconstrucción acelerada; posteriormente, en la reconstrucción, se transforman los datos crudos en imágenes claras utilizando modelos entrenados que completan inteligentemente la información faltante; finalmente, en la interpretación, algunas plataformas de IA resaltan zonas sospechosas o pre diagnostican, asistiendo al radiólogo en su análisis final.
Uno de los mayores beneficios de la resonancia magnética con inteligencia artificial, es la velocidad en la realización del estudio, la IA reduce significativamente los tiempos de escaneo sin sacrificar la calidad de las imágenes, siendo esto un gran beneficio para los pacientes.
El tiempo aproximado de una RM O RMN es de 40 o 60 minutos aproximadamente y en el caso de una RM con inteligencia artificial el tiempo oscila entre los 10 o 25 minutos.
Este avance tecnológico en la medicina es crucial para muchos casos médicos, logrando una detección más temprana y precisa, brindándole confort al paciente a la hora de realizarse el estudio y le optimiza el flujo de trabajo clínico al radiólogo encargado del estudio, ya que la inteligencia artificial automatiza las tareas como la selección de protocolos, ajuste de parámetros y postprocesamiento, liberando tiempo para que los médicos se enfoquen en la interpretación clínica.