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La displasia de cadera es una malformación en la articulación de la cadera, esta condición afecta a muchos recién nacidos y de no ser detectada y tratada a tiempo, puede llevar a problemas graves en el desarrollo de la cadera y la movilidad del niño.

Esta malformación de cadera se ubica en la cabeza del fémur, cuando esta no está correctamente alineada con la cavidad del hueso de la cadera, esta afección puede variar, ya sea que la cadera esté levemente desplazada o completamente dislocada.

Todos los bebés tienen posibilidades de padecer de displasia de cadera, pero hay factores que pueden aumentar el riesgo de esta malformación:

La displasia de cadera tiene dos tipos, puede ser unilateral afectando una cadera o bilateral afectando las dos caderas.

¿Cómo detectar la displasia de cadera a tiempo?

Al momento de nacer, el pediatra le realiza los debidos exámenes físicos al bebé, para cerciorarse de que no tenga ningún signo de displasia de cadera u otras enfermedades.

El pediatra le realiza la prueba de Ortolani y Barlow, la cual son maniobras específicas realizadas por el pediatra para detectar cualquier desplazamiento de cadera.

También le abre completamente las piernas al bebé para una prueba de limitación de la abducción de la cadera, en la cual si el bebé tiene dificultad para abrir las piernas son signos de que padece de abducción, siendo esta una señal de que la cadera del bebé no se está desarrollando bien.   

Por último, el médico pediatra analiza la simetría de los pliegues de la piel, si hay pliegues de la piel del muslo que no son simétricos, o si el pliegue está muy profundo en uno de los muslos, puede indicar que la cadera está dislocada o no está en su lugar correcto.

La detección temprana de la displasia de cadera es fundamental para garantizar el desarrollo saludable de las caderas y prevenir futuros problemas de movilidad en el niño.

La mayoría de casos de niños con displasia de cadera se puede corregir con debidos tratamientos si se detecta a tiempo. 

Si la displasia de cadera se detecta en las primeras semanas de vida se pone como tratamiento un dispositivo llamado arnés de pavlik, que va mantener las piernas del bebé en una posición determinada para permitir que la cadera se desarrolle correctamente. En caso de que la displasia de cadera sea más grave se le ponen férulas y yesos al bebé, para corregir la posición de la cadera. 

Cuando estos tratamientos mencionados no funcionan y se convierte en un caso severo de displasia de cadera, los médicos recomiendan la cirugía para corregir la cadera dislocada y prevenir limitaciones en el futuro. 

La displasia de cadera aunque puede pasar desapercibida en sus primeras etapas, es una condición que requiere atención inmediata y seguimiento médico desde el nacimiento para lograr un tratamiento adecuado y exitoso.

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